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mayo 19, 2025En el marco del Día Nacional de la Comadrona Guatemalteca, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) reconoce la labor de más de 20,000 comadronas registradas en todo el país. Una de ellas es Anabela Cruz Mansilla, comadrona del casco urbano de Villa Canales, quien desde hace más de cuatro décadas ha acompañado a cientos de mujeres en el camino de la maternidad.

Anabela comenzó su labor desde muy joven. Con apenas 15 años asistió su primer parto, el 13 de noviembre, acompañada por su madre, también comadrona. Su formación inició aún antes, desde los 8 años, cuando la acompañaba en labores de parto y aprendía a observar el proceso. “Mi madre me preparó desde niña, me enseñó a ver la dilatación, cuándo viene la cabecita, cómo cortar el ombligo… Quería que yo la superara”, relata.
En su casa, Anabela ha acondicionado una clínica y dos cuartos destinados exclusivamente para la atención de partos. Además de atender embarazos, también aplica inyecciones, realiza campañas de planificación familiar en conjunto con APROFAM y da seguimiento a niños y niñas desde su nacimiento.
Su experiencia la ha llevado a atender partos en condiciones extremas: desde ir a aldeas en barrancos hasta zonas consideradas de alto riesgo, siempre con el respeto de las comunidades. Durante la pandemia, trabajó con bomberos, la Policía Nacional Civil y el centro de salud local, brindando atención incluso en confinamiento.
Uno de los momentos que más guarda en su memoria ocurrió a los 22 años: asistió un parto junto a su madre, donde el bebé nació sin signos vitales. Con determinación, le dio respiración boca a boca y logró salvarle la vida. “Ahora ese niño ya es un señor y tiene nueras, ya atiendo a las nueras de él también”, cuenta con emoción.
Hoy, Anabela no solo transmite su conocimiento a otras mujeres, sino que ha formado a sus tres hijas, Marlin, Mariza y Evelyn, quienes también están capacitadas para continuar con la tradición familiar. Su legado proviene de generaciones: su bisabuela, abuela, madre, tías y hermanas también fueron comadronas.
Además de su vasta experiencia empírica, Anabela ha buscado formación académica. Estudió en la Universidad Rafael Landívar y obtuvo un diploma en Fortalecimiento Local al Sistema de Protección de la Niñez y Adolescencia. También fue reconocida por la Municipalidad de Villa Canales y ha impartido capacitaciones en la Universidad Da Vinci.

Reconocimiento estatal
Este lunes 19 de mayo, el MSPAS inició la entrega del estipendio económico establecido por el Decreto 22-2022 y su reforma en el Decreto 4-2025, que otorga Q4,000 anuales a las comadronas registradas: Q2,000 entregados hoy y Q2,000 el 19 de noviembre.
Durante un acto oficial, autoridades del Ministerio destacaron el papel de las comadronas como lideresas comunitarias y guardianas de saberes ancestrales. El ministro de salud Joaquín Barnoya subrayó la necesidad de reconocer su rol en la prevención de muertes maternas y neonatales, y como pilares de salud en comunidades rurales y urbanas.
Anabela espera que este compromiso se cumpla. En 2022, durante el Gobierno de Alejandro Giammattei, solo recibió un mes del apoyo económico prometido. Aun así, continúa su labor con pasión. “Me siento feliz y orgullosa de ser quien soy y de hacer lo que hago con amor, cariño y paciencia”, afirma.
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